Escribir para ordenar el alma
Escribir es una de esas cosas que parecen simples, pero que pueden cambiarte el día… y a veces hasta la vida.
Coges un papel, un bolígrafo, y de repente lo que estaba enredado dentro empieza a tener forma afuera. Es como si la tinta hiciera de traductora oficial entre el caos de la mente y el murmullo del corazón.
No hace falta que quede bonito, ni que alguien lo lea, ni que se parezca a esas frases inspiradoras que circulan por ahí. La escritura no necesita aplausos, necesita verdad. Y la verdad, cuando se suelta, tiene un efecto raro: ordena. Ordena la emoción, ordena el pensamiento, ordena hasta el cuerpo, que de pronto respira distinto.
A veces escribimos para llorar sin lágrimas, para enfadarnos sin romper nada o para celebrar sin público. Otras, para entender qué demonios nos pasa cuando sentimos que todo es demasiado. Y lo curioso es que cuando lo ves escrito, te das cuenta de cosas que antes estaban escondidas entre tanto ruido.
La escritura es terapéutica porque no discute, no interrumpe y no te manda callar.
Te da espacio. Te escucha sin prisas. Te devuelve tu propia voz, aunque a veces no te guste demasiado lo que lees. Pero ahí también está la gracia: enfrentarte a ti misma sin maquillaje.
Y sí, escribir también tiene su lado práctico: evita discusiones innecesarias, te ahorra sesiones de terapia (aunque ojo, no las sustituye) y te recuerda que muchas veces solo necesitabas poner las cosas en palabras para que dejen de dar vueltas en bucle. Es como abrir una ventana y ventilar el alma.
Escribir es un acto de cuidado propio. Es decirse: “me tomo en serio lo que siento, aunque sea un garabato torcido en una hoja suelta”. Y cuando empiezas a practicarlo, descubres que no es solo un desahogo: es un lugar al que volver, un refugio portátil, una brújula que se enciende cuando afuera todo se complica.
Porque al final, escribir no ordena mágicamente la vida… pero sí nos ordena por dentro. Y cuando una se ordena dentro, inevitablemente algo también se va acomodando fuera.
Abracico,
Itsaso.